Pues por lo visto ya he acabado (a falta de confirmar las notas, vamos). Entonces es cuando surge la gran pregunta: ¿Y ahora qué voy a hacer con mi vida? Se acabó eso de pensar de septiembre en septiembre (que te sientes como un futbolista profesional hablando de temporadas y no de años...), esos veranitos de 3 meses, esos puentes o acueductos (dependiendo de las ganas del profesor de turno), esas navidades de 2-3 semanas... A partir de ahora ya hay que empezar a pensar por sí mismo, a tomar decisiones, a fijar prioridades distintas a dejar el número mínimo de asignaturas posibles para septiembre.
Una cosa tengo que reconocer, me ha pasado como al hombrecillo de la peli "El año de la garrapata", (para los que no hayan visto la película, por una española que es recomendable) que piensas que cuando acabas la carrera todo el mundo te va a felicitar por la calle, te aplaudirán, vítores... Pos ná, de ná. En fin, qué le vamos a hacer? Pues pensar, haber qué hago con mi vida; de aquí a junio la cosa está clara, pero dónde estaré el 1 de julio??? pues no tengo ni la más remota idea. Ya se me ocurrirá algo que hacer...
Bufff, qué bajón. Hoy tocaba depresión, así que aparte de dormir y ver la tele no he hecho otra cosa.